Los griegos, en general, sienten un gran vínculo con su pasado, haciendo hincapié en el periodo clásico de la historia griega, y desde el helenístico y el bizantino hasta el presente. Ambas, la Grecia Clásica y la bizantina. representan para la mayoría de los griegos las precursoras de la actual República Helénica. Durante el final del siglo XIXy principios del XXlas antiguas fronteras del imperio bizantino, o más en concreto aquellas que hasta este periodo habían conservado las poblaciones griegas, llegaron a representar para algunos un ideal al alcance del estado contemporáneo. La continuidad cultural y lingüística del pueblo griego, no obstante, fue complicada durante su historia por las influencias exteriores, como la del cristianismo sobre la antigüedad tardía, o la falta de presión al final de la época bizantina, son cosas fuertemente recalcadas por los griegos de hoy en día — siendo como son, una de las naciones más patrióticas de Europa, según Eurostat.
Tras la revolución de 1821, Grecia pasó por un periodo de renacimiento artístico y cultural. Los griegos actuales cuidan los recuerdos de los años de antes de la revolución, aquellos de la ocupación de Grecia por el Imperio Otomano, como los de los «años de oscuridad», en que el desarrollo cultural se vio completamente detenido. A pesar de la evidencia de lo contrario (en particular con respecto a la literatura cretense), el resurgimiento de Grecia tras la formación de la primera República Helénica en 1831 es recordada por una inmensa mayoría de los griegos como el «renacimiento» de su nación.
La experiencia de la ocupación, la de la época otomana y de la época moderna, ha dejado una marca imborrable en la psique griega. En el siglo XX, el trauma de la guerra civil griega durante el que la nación llegó a ser el primer teatro de guerra fría, inmediatamente tras la segunda guerra mundial, la cual condujo a enormes privaciones con la ocupación nazi , y la intromisión de los EE.UU. con la creación del «Régimen de los coroneles», que gobernó brutalmente desde 1967 todo ello llevó a la aparición de la idea del Ethnos Anadelfon ('Nación sin hermanos'), recalcando que los griegos sólo podían contar consigo mismos y sus compatriotas.
Sin embargo, desde mediados de la década de 1970 hacia delante, en paralelo con España y Portugal, y sobre todo tras la entrada de Grecia en la Unión Europea en 1981, la orientación de Grecia, y las aspiraciones de la mayoría, se enfocó hacia la corriente principal.
Lucía Cañete.
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