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martes, 26 de abril de 2011

Opinión personal sobre los 12 trabajos de Hércules

Este trimestre yo he elegido leer los doce trabajos de Hércules, que son una serie
de episodios relacionados sobre la penitencia llevada a cabo por Heracles, el mayor
de los héroes griegos. En total estos episodios son doce, aunque se suponía que sólo
tenía que realizar diez tuvo que sufrir dos más.
Primer trabajo: El león de Nemea. Euristeo le ordenó que diera muerte al león de Nemea,
que era una fiera con piel dura y que por el día se escondía y por la noche mataba a todo ser
viviente. Hércules intentó matarlo con algunas armas pero, viendo que no hacían ningún efecto
lo cogió por las patas traseras y después de darle porrazos hasta que lo dejara atontado lo
estranguló y una vez muerto le sacó la piel con las garras del cadáver y se la puso encima en forma 
de coraza.
Segundo trabajo: La hidra de Lerna. Debía matar a la hidra de Lerna, un monstruo con cara de
serpiente, garras de dragón y cuerpo cubierto con escamas y con siete cabezas, cuyas siete bocas
vomitaban fuego y azufre, pero una de las cabezas se decía que era inmortal porque tenía láminas
de oro. Hércules le cortó una cabeza pero ésta se convertía al caer al suelo en escorpiones y serpientes.
Pidió a su sobrino que prendiera fuego al bosque más cercano y que trajera tizones llameantes que aplicó a 
las heridas abiertas en los cuellos de la bestia para que así no salieran más cabezas. Al final quedó la cabeza de oro, que la cortó y la enterró bajo una inmensa roca.
Tercer trabajo: El jabalí de Erimanto. Hércules debía apresar pero sin matar al jabalí de Erimanto. Cuando
iba en busca del jabalí se le apareció Atenea y le dio una cadena. Al ver al jabalí en un charco de agua le
gritó y echó a correr hasta fatigar al jabalí. Aprovechando el despiste del jabalí saltó sobre su lomo
y logró cargarlo sobre su espalda con la cadena que le dio Atenea. Al llevárselo a Euristeo. Éste se metió
corriendo en una tinaja y le dijo que se lo llevara de allí.
Cuarto trabajo: La cierva de Cerinia. Debía apresar a la cierva de Cerinia, que era un extraño y hermoso
animal, del tamaño de un buey, estaba consagrada a Ártemis y nadie podía matarla. Era muy ágil y
corría a una velocidad asombrosa. Hércules estuvo persiguiéndola más de un año y una tarde Hércules la
hirió levemente con una flecha y le resultó fácil capturarla. Cuando la llevaba para enseñarsela a Euristeo
se le aparecieron Ártemis y su hermano Apolo que lo acusaron querer matar al animal, pero Hércules
se disculpó echándole las culpas a Euristeo. Éste, al ver a Hércules con la cierva cautiva se echó las manos
a la cabeza.
Quinto trabajo: Los establos de Augías. Hércules debía limpiar los establos de Augías, rey de la Élide.
Augías le dijo a Hércules que si los limpiaba en un día recibiría en recompensa la décima parte de los rebaños. Hércules encauzó dos ríos que dirigió hacia los establos, en los que hizo dos boquetes, uno
en un costado por el que penetró el caudal y otro en el costado opuesto que sirvió de desague. Augías
no cumplió lo pactado alegando que Hércules realizó la proeza por orden de Auristeo. Llevado a juicio, Fileo, su propio hijo declaró a favor de Hércules, puesto que había sido testigo del pacto. Augías enfurecido
desterró de su reino a Fileo y a Hércules. Poco después, Hércules al mando de un ejército lo depuso y colocó en el trono a Fileo.
Sexto trabajo: El toro de Creta. Debía de capturar al toro de Creta, un animal muy hermoso. Hércules
fue en busca del toro y, tras un forcejeo, lo agarró por los cuernos, se lo cargó en la espalda y se lo
levó vivo a Euristeo, el cual al ver al toro, corrió a meterse en la tinaja y le dijo a Hércules que se lo llevara
de allí.
Séptimo trabajo: Las aves del lago Estínfalo. Euristeo le mandó a Hércules liberar la ciudad de Estínfalo
de las aves que se guarecen en un bosque cercano al lago, que devoran las personas e incluso a las cosechas.Cuando Hércules llegó a Estínfalo sin muchas ilusiones de poder llevar a cabo su trabajo, cuando
se le apareció Atenea y le entregó unas grandes castañuelas de bronce. Al tocar las castañuelas las aves
se fueron de allí. Cuando regresó a Micenas vio que algunas aves sobrevolaban el palacio de Euristeo, el 
cual, horrorizado estaba escondido en la tinaja, diciendo: - Décidle a ese insensato que se lleve de aquí
a esos malditos pájaros. Y, como Hércules aún no había devuelto las castañuelas a Atenea, las tocó y los
pájaros se marcharon.
Noveno trabajo: Las yeguas de Diomedes.Euristeo ordenó a Hércules que le llevara las cuatro yeguas de
Diomedes que comían carne humana. Hércules consiguió quitárselas a Diomedes, que furioso fue con su
ejército a matar a Hércules, pero fue al revés. Cuando le enseñó las yeguas a Euristeo, éste se metió en su
tinaja y le dio orden de que las soltara. Se dice que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras.
Décimo trabajo: El cinturón de Hipólita. Hércules debía conseguir el cinturón de Hipólita, por lo que fue a 
Temiscira, el país de las Amazonas.Cuando llegó, Hipólita le dio la bienvenida y lo invitó a pasar unos días.Hera, que estaba furiosa corrió la voz de que Hércules había raptado a Hipólita pero al final todo se
aclaró e Hipólita entregó el cinturón a Hércules, y éste a Euristeo.
Undécimo trabajo: Las manzanas de oro. Euricles le ordenó a Hércules que robara las manzanas de oro
del jardín de las Hespérides. Esas manzanas pertenecían a Hera y estaban custiodadas por un dragón de
tres cabezas. Hércules que tuvo que superar una serie de peligros consiguió llegar al jardín, matar al dragón
y llevarse las manzanas. Al entregárselas a Euristeo le dijo que provocaría la cólera de los dioses por lo que
Euristeo las rechazó.
Duodécimo trabajo: El Can Cerbero. Le ordenó a Hércules que le trajera al can Cerebro que custodiaba
las puertas de linfierno. El Can Cerebro era un perro monstruoso de tres cabezas y cola de serpiente.
Hércules lo venció con sus propias manos y se lo llevó vivo ante Euristeo. Cuando Euristeo lo vió llegar se
metió corriendo en su tinaja y le dio libertad a Hércules.


Mi opinión sobre este libro es en general buena, ya que es comprensible y sobretodo fácil de leer. Además
es muy parecido al libro de los viajes de Ulises, libro que leimos el trimestre pasado, lo que resulta más
ameno y más fácil de leer.
El trabajo que más me ha gustado de los doce es el de Los establos de Augías, porque es el capítulo
que más he comprendido y el cual acaba muy bien, no como el trabajo de Las yeguas de Diomedes, que no acaba del todo bien y no nos explica que pasa al final con las yeguas, aunque se dice que murieron en el
monte Olimpo devoradas por las fieras y las alimañas.
Me gustaría leer más llibros similares a éste, siempre y cuando sea igual de interesante que éste.

2 comentarios:

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